Una mujer sin pasado, Anna Ekberg

Una mujer sin pasado arranca con la detención de una mujer llamada Helene Söderberg, a quien la policía acusa del asesinato de Louise Andersen. Tras algún momento de reflexión, la detenida se declara culpable. Desde ahí, la novela retrocede unas semanas a Christiansø, una pequeña isla de Dinamarca, donde Louise regenta una pequeña cafetería y lleva una vida sencilla y tranquila junto a su pareja Joachim, un escritor en horas bajas. Ella disfruta de esta rutina sin sobresaltos de su negocio, de la gente que acude cada día a tomar lo mismo, de ver el mar frente a ella… Sin embargo, todo se vuelve del revés cuando un desconocido irrumpe en el café afirmando que Louise es su esposa Helene desaparecida desde hace tres años.

Tras el enfrentamiento inicial entre Louise y Joachim con este señor que se hace llamar Edmund Söderberg y parece estar desequilibrado, pronto la situación despierta una sombra de sospecha. Y es que muestra una foto de su desaparecida esposa y, efectivamente, esta tiene un tremendo parecido con Louise. Una Louise que, por otra parte, llegó a la isla hace precisamente hace tres años sin nada en su memoria. Tras la correspondiente investigación de la policía los resultados no dejan duda: Louise es Helene Söderberg, la heredera de un rico patrimonio y directora de una importante empresa naviera que desapareció un día de repente dejando atrás a su marido y Christopher y Sophie, sus dos hijos pequeños.

Aunque la protagonista no se reconoce ni recuerda nada de lo que le cuentan, decide abandonar la vida que lleva con Joachim en Christiansø y regresar a la capital con su familia. No logra imaginar qué es lo que le pudo pasar para abandonar esa vida perfecta que le cuentan ni a dos niños tan pequeños, pero está dispuesta a volver a la casilla de salida para ver si su mente reacciona y vuelven los recuerdos. Por otro lado, Joachim queda en la isla solo, echando mucho de menos a Helene y también preocupado por ella, porque con el descubrimiento de su verdadera identidad se abre una nueva investigación policial, la de la suplantación de la identidad de Louise Andersen.

La historia se segmenta entonces en dos investigaciones. Por un lado Helene emprenderá un viaje al pasado para intentar descubrir la verdad sobre ella misma, qué le ocurrió el día en que desapareció, qué la llevó a huir y hacerse pasar por Louise… Y por otro Joachim, que no termina de aceptar la pérdida de la mujer a la que ama, intentará encontrar a Louise para así exculpar a Helene de su desaparición.

La sinopsis de esta novela me atrajo desde el inicio. Quería saber cómo se resolvía la escalofriante premisa en que una persona se levanta un día sin saber quién es, construye una vida nueva, es feliz, y de repente, tiempo después, ha de volver a su antiguo yo que no recuerda, con una familia hacia la que no siente nada y con un estilo de vida y forma de ser que está en las antípodas de lo que ella consideraba que era. Y he de decir que la primera parte de la historia me tenía enganchada. Con una prosa ágil y fluida, de sencilla lectura,  Una mujer sin pasado dibujaba una atmósfera confusa y opresiva que me llevaba a desconfiar de los pocos personajes que iban apareciendo, sospechaba de cada pista, de cualquier comentario… Sin embargo, más o menos a la mitad, la historia me empezó a chirriar y la parte de Joachim me sacaba de la lectura. Por suerte, los capítulos de una y otro se iban intercalando, pero mientras quería saber más de Helene, menos quería hacerlo de Louise por lo sórdido del relato y el descenso a la oscuridad del ser humano. Y al final, llegó un punto en que incluso ni conseguía empatizar con la protagonista porque actuaba de manera un tanto extraña.

Cuando acabé el libro descubrí que Anna Ekberg, la autora de la novela, en realidad no es una mujer, sino dos hombres, Anders Rønnow Klarlund y Jacob Weinreich, y creo que por ahí viene la cuestión. Hay pensamientos y comportamientos de la protagonista que me chirriaban, como eso de dejar toda su vida atrás para irse a vivir con un señor que dice ser su marido y con dos hijos. Cuando una no sabe porqué ha salido de ahí, no vuelve. Y menos con la excusa de «es que soy madre, mi lugar es estar con esos niños». Las escenas sexuales también están tratadas de una forma irreal, demasiado patriarcal. Y luego está toda la trama de Joachim, demasiado sórdida y con reflexiones un tanto misóginas.

A pesar de que Una mujer sin pasado tiene varios ingredientes de thriller que me interesan como secretos familiares, traiciones, crímenes del pasado, muertes, desapariciones y venganza; queda muy desdibujada con unos personajes que actúan de manera muy forzada y pierde fuerza enrevesando las tramas, especialmente alargando excesivamente la segunda. Para mí una decepción. A ver si hay suerte con la próxima lectura.

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