Japón por Libre XLI. Moverse en Japón

A priori puede parecer que va a ser complicado moverse de un sitio a otro. Pero luego llegas y ves que prácticamente todos los letreros están en el alfabeto romano y la gente es tan extremadamente amable que, si te pierdes, enseguida te encuentras. Piden perdón hasta por las obras.

Lo primordial es el cálculo del JR Pass. No me voy a extender, pues ya lo expliqué aquí. Habrá que ver las necesidades de cada uno. Quizá no compense y sea preferible sacar uno regional. Es echar números.

JRPass canjeado

Kansai Pass

En Kioto lo imprescindible es el bus, y en Tokio la Yamanote, y algún viaje en metro. Para el primer caso tenemos los pases del día por 500Y y para movernos por la capital, aparte del JR Pass, la PASMO.

Ticket bus Kioto

PASMO

De hecho, la PASMO la recomiendo sí o sí, porque como sirve tanto para transporte, como para comprar en supermercados o en máquinas expendedoras, nos evita tener que llevar calderilla o sacar billetes sencillos.

En cualquier caso, el transporte está bien señalizado, es puntual y limpio.

En los buses de Kioto se entra por detrás, pero en los de Tokio por delante. Así que una norma que siempre funciona es seguir a Vicente. Es decir, observar a la gente. Un allá donde fueres, haz lo que vieres. En Kioto estaba señalizado con muñequitos – que les encantan – las normas básicas, como no levantarse hasta que el bus no pare, ceder los asientos, tener cuidado al subir y bajar…

En las paradas, en ocasiones, cuando paran varias líneas, hay pasillos pintados en el suelo para hacer cola. Y ahí que se ponen todos bien colocaditos.

Los Shinkansen, ya lo he dicho con anterioridad, son cómodos, muy espaciosos, tienes para enchufar, para colgar la chaqueta, el reposapiés (algunos se descalzan y todo). Y en la bandeja – del estilo de las de avión – se indica en qué vagón estás, el sentido de la marcha o dónde se encuentran los baños, las puertas o la basura.

En los andenes de los Shinkansen también paran varias líneas, y ocurre como con los buses, se marca en el suelo dónde para cada una de ellas.

Las señoras de rosa son las limpiadoras.

En los andenes también hay paneles informativos en los que se indica los Shinkansen que paran, el número de vagones total y en qué segmento estamos o dónde se encuentran los asientos no reservados. Así que sólo hay que ir fijándose.

En Tokio, lo mismo, seguir las indicaciones. Ya sea el metro, ya sea la Yamanote, hay paneles y señales.

Podemos ver la estación en la que estamos, la anterior y la posterior marcadas en el sentido en el que se encuentran. Y una vez dentro del tren, las pantallas van anunciando todo tipo de información: paradas, el vagón en el que te encuentras, el sentido de la marcha, el lado por el que se abren las puertas…

Lo mismo en el metro:

También están indicados los vagones solo para mujeres. Un apaño para evitar el acoso sexual, una de las lacras del país. Hay quien lo ve como un «mira qué majos, que piensan en nosotras para que no suframos», pero para mí se trata de una exclusión. Habría que educar para que no haya acosadores. Pero al final siempre sufre la víctima, que es apartada, impidiendo que haga su vida normal. Y con esto, se sigue mandando el mensaje social de que la mujer es vulnerable, que necesita un lugar donde esté a salvo, protegida.

En fin, volviendo al transporte, no hay que tener miedo. El funcionamiento es prácticamente igual que en el resto del mundo cuando coges un metro, un tren o un bus: mirar las señales para coger el medio adecuado y llevar forma de pago.

Y si te pierdes, lo mismo descubres un rincón peculiar de la ciudad. Siempre hay que estar abiertos a imprevistos, sorpresas y anécdotas.

Japón por libre II: JR Pass y uso de Hyperdia

Antes de entrar de lleno en el relato del viaje, quería escribir sobre el Japan Rail Pass, el pase para viajar ilimitadamente en tren por todo Japón en las líneas de la compañía JR, incluso algunos buses y el ferry a Miyajima.

En el post de preparativos ya comentaba que es como una especie de interrail, para entendernos. Es un pase con validez de 7, 14 ó 21 días consecutivos sólo válido para extranjeros y que hay que sacar previamente a viajar a Japón. A casa nos llegará un documento que, una vez en el país nipón, en una oficina de la compañía, nos canjearán por el pase tras cotejarlo con el pasaporte indicando el día de inicio. Ojo, su validez es de 3 meses, así que no hay que comprarlo con mucho adelanto o a la llegada a Japón nos habrá cadudado.

Pero empiezo por el principio. ¿Conviene a todo el mundo? ¿Y de cuántos días? Durante los preparativos este fue uno de los quebraderos de cabeza que tenía, puesto que nuestro viaje era de 21 días contando el día de la salida y el de la llegada. Así pues, el de 21 días no parecía que fuera a ser muy rentable. La duda estaba en 14 ó 7 días. Para ello, es importante tener claro el itinerario con el mapa de trenes delante y así poder ver las conexiones para no dar más vueltas que una peonza. Habíamos establecido la llegada a Osaka y la vuelta desde Tokio, así que la primera parte del viaje iba a ser para la parte de Kioto, y la parte final, Tokio. Dado que no íbamos a comprar un pase para toda la estancia, bien la ida, bien la vuelta al aeropuerto tendríamos que pagarla. Con las ciudades que queríamos visitar más o menos en mente, vi que lo más recomendable era sacar el de 14. Y puesto que en Kioto es fácil moverse en bus, mientras que en Tokio el tren/metro es imprescindible, la decisión estaba clara: el JR Pass tendría que tener validez en Tokio.

La idea es agrupar al máximo las salidas en las que se requiera el tren, para así sacar el pase de menor número de días. Aunque también puede ser una paliza hacerlo todo tan de seguido. Depende de cada uno. Pero también hay pases locales, con lo que para un viaje de 14 días, puede ser preferible un JR Pass de 7 y alguno local para un par de excursiones puntuales.

Y para cuadrar el itinerario y ver qué conviene, lo mejor es Hyperdia. Ya os adelanté que es como la web alemana que usé en el interrail, incluso mejor, porque te da precios. Así que es nuestra aliada para planificar rutas. Por resumirlo muy a lo básico, se puede decir que hay trenes locales o regionales y luego están los trenes bala o shinkansen. Para el primer grupo no hay problema, el precio es el que es, pero para los trenes bala hay asientos reservados y no reservados. Con el JR Pass puedes elegir asiento sin coste adicional, pero si no lo tienes, has de pagar por la reserva, con lo cual, se encarece el importe final. Así pues, también hay que tenerlo en cuenta a la hora de echar cuentas. El reservar asiento te ata un poco a la hora de hacer las excursiones, no sales cuando quieres y vuelves cuando te hartes, pero en según qué fechas y horas los vagones sin asiento reservado van llenos, o hay trenes que son sólo con asiento reservado y no lo puedes coger, sino que tienes que esperar al siguiente.

Ueno a Nikko

En la imagen de arriba, veis dos opciones posibles para ir de Ueno, en Tokio, a Nikko. Nos indica tanto los andenes, como el nombre del Shinkansen, dónde tenemos que hacer trasbordo (también con andén de llegada y de salida), el tiempo que duran cada uno de los trayectos, el precio, si hay posibilidad de asiento reservado, cuánto cuesta. Más claro, agua. Por ejemplo, en el primer caso, con Shinkansen, si no viajáramos con el JR Pass, el trayecto con asiento nos saldría por 5570Y y sin asiento reservado por 2590Y. En el segundo caso, nos costaría también 2590Y, pero tarda unos 20 minutos más pues el trayecto es en trenes locales, no en bala. Con estos datos, se puede configurar el itinerario cuadrando lo más caro dentro del JR Pass.

Con el itinerario cerrado y a unas semanas de marcharnos, compré vía web los pases. Los compré aquí, y me llegaron en 48 horas, les escribí un par de correos por unas dudas que tenía y me las resolvieron casi al instante. Además, me incluyeron una guía y un mapa. El precio bastante ajustado al cambio del día Yen-€ en xe.com, así que todo perfecto.

JRPass

Es más, venden también la tarjeta PASMO, una tarjeta de pago por contacto, que te permite pagar en el transporte e incluso en tiendas o máquinas de refrescos, con lo que encargué un par para evitar tener que pelearme allí con las máquinas en otro idioma. Vienen recargadas con 20€ e incluye el depósito de 500Y que te devuelven al entregarla (nosotros la canjeamos en el aeropuerto de Haneda directamente). Es muy útil para moverse los días que no tienes activado el JR Pass (u otro pase local, o donde no son válidos).

PASMO

Así que, antes de viajar a Japón hay que: configurar el itinerario, decidir para cuántos días queremos el JR Pass y comprarlo. Una vez allí, como decía, solicitamos el canje para que nos den el pase real. Es muy sencillo, en el mostrador de la oficina de JR entregamos el documento que nos llegó, nuestro pasaporte, y el empleado nos solicitará fecha de activación, nos hará firmar, y en apenas unos minutos nos dará nuestro pase.

JRPass canjeado

JRPass reverso

Para utilizarlo habrá que dirigirse a los extremos de los tornos de entrada de las estaciones, donde hay una ventana con un empleado. Se lo enseñamos para que vea la fecha de validez, nos hará una reverencia y nos indicará con la mano que podemos pasar. En ningún caso nos han solicitado el pasaporte, supongo que nuestros ojos ya muestran que muy japoneses no somos. Y porque entienden que no vas a hacer uso de algo que no podrías usar, claro.

Para reservar asiento sólo hay que ir a una oficina de JR, enseñar el pase y solicitar un asiento para el trayecto que queramos en la día y hora que deseemos. Y si no quieres pelearte con el idioma, es muy sencillo, pues puedes consultar en la web de hyperdia, anotarte los datos, y entregarlos con el pase. En el mostrador cuando te atienden ya saben qué hacer. Te expiden un ticket con la reserva del asiento y (a veces) te sellan el JR Pass.

 

Puede parecer un poco complicado, pero lo más lioso es configurar el itinerario, después, su uso es muy sencillo y nos da una gran movilidad.

Japón por libre I: Preparativos

Ya os adelanté aquí cómo se fueron dando las circunstancias para configurar el viaje, la recopilación de la información y organización de las etapas.

Uno de los puntos importantes para determinar la ruta definitiva es comprar los vuelos. En este viaje era muy importante por la cantidad de horas que te pasas en tránsito. Al igual que nos pasó con el interrail que teníamos varios aeropuertos de destino, aquí tuvimos que mirar varias combinaciones para ver qué era lo mejor tanto económicamente, como para aprovechar el tiempo. Así pues, hay que jugar con los aeropuertos de Tokio (Narita y Haneda), Osaka y Nagoya. A partir de ahí, ver si es mejor ida y vuelta en el mismo aeropuerto haciendo una ruta circular, por así decirlo; o ida desde uno y vuelta desde otro. Dependerá de muchos factores.

Por ejemplo, a Narita no vuelan todas las compañías. Teníamos la opción de ida con Lufthansa haciendo escala en Frankfurt y vuelta con Swiss air parando en Zurich. Esta opción es buena porque salías un día a las 9 de la mañana y llegabas a las 9 del siguiente a Tokio (con el cambio horario y demás).

A Haneda vuelan Qatar airlines y Turkish. Que he leído relatos de viaje de gente que ha volado con ellos y sin problema. Pero dada la diferencia de precio (casi nula) y el hecho de que era otro aeropuerto, nos decantamos por la primera opción. Más caros o con más escalas, pero también a Haneda eran Finnair o Alitalia.

Ojo, también hubo otros dos factores para que se inclinara la balanza hacia los vuelos LH/Swiss. En primer lugar los países de escala. Al tener que pasar controles entre un vuelo a otro, es preferible que sea UE a no UE, va a ser más rápido todo el paso por inmigración, y cuando dependes de la conexión con poco tiempo, cualquier ahorro es bienvenido. Cuando hicimos el Road Trip volamos de Madrid a Filadelfia y de ahí a San Francisco. Al ser en Filadelfia la entrada a suelo americano, al proceso de recoger maleta, pasar por aduana por unos plátanos y dejar las maletas para el siguiente vuelo, había que añadir pasar por el control con el papelito verde, recorrer media terminal para coger el siguiente vuelo y demás. Si hubiéramos hecho escala en Londres, por ejemplo, habría sido más rápido: salir, coger maleta, dejar maleta y esperar al siguiente vuelo. El control de inmigración lo habríamos pasado sólo al final.

Y el segundo factor fue el idioma. Imagino que con el inglés en las otras ciudades de escala para Qatar o Turkish nos podríamos haber entendido, pero el hacer escala en Alemania o Suiza y hablar alemán (e inglés), pues no vas con tanta presión. Pero de nuevo, al ser UE, no habría ningún problema con inmigración, y sólo te quedaría llegar a Japón y pasar por control de huellas y foto, como en EEUU.

Pero claro, tienes que ser rápido, porque los 470€ que tenían los vuelos con Lufthansa y Swiss estuvieron durante toda la semana y cuando al fin de semana fuimos a reservar… ¡sorpresa! estaban a 700€. Debía ser una oferta que se nos fue de las manos.

Así que vuelta a empezar porque estas premisas ya no se cumplían, los vuelos más baratos eran de Air China o Aeroflot (escala en Moscú de 23 horas. No, gracias.). Me estaba volviendo loca cuando mi hermano me habló de Ita Matrix. No os perdáis esta web. Vaya descubrimiento. Eligiendo Multicity, origen Madrid, destinos todos los aeropuertos que os comentaba, la fecha de salida, la de regreso y que no permitiera cambio de aeropuertos en las escalas, obtenemos esto:

ITA Individual

En la parte superior vemos las compañías y los precios, y abajo nos muestra de menor a mayor precio las posibilidades que tenemos, y podemos ampliar más para obtener más detalle. Eso si elegimos la opción individual flights, porque si elegimos time bars podemos comparar cuándo sale cada vuelo, cuándo llega… es muy visual.

time bars

Está muy muy bien. Puede hacerte decantar por uno o por otro según aeropuerto, la duración de la escala, hora de llegada… Si os fijáis, hay dos de Madrid a Haneda de Air France que llegan a la vez, la diferencia es el tiempo de espera en el CDG. En fin, que para mí se ha convertido en una herramienta imprescindible a la hora de buscar vuelos.

Al final nos decantamos por el vuelo de Air France de menos de 600€ (pensé que sería más caro teniendo como referencia el precio de los paquetes de las agencias) la ida a Osaka, y la vuelta desde Haneda. En el momento de la compra, le añadimos el seguro que nos ofertaba last minute, que es la web donde compramos los billetes. Es recomendable llevar siempre seguro de viaje, pero en casos como EEUU o Japón, donde la sanidad es carísima, mejor curarse en salud, pagar unos 100€ y si no pasa nada, mejor. Otras veces lo hemos cogido con Mapfre, pero leímos las condiciones de éste y era muy similar, nos salía por 90€ los dos y era con Allianz.

Como siempre hacemos, vamos pagando los viajes poco a poco. Un mes los vuelos, otro el alojamiento, otro entradas o transporte y mientras esperamos para el día en que salimos, vamos ahorrando. A la hora de irte de viaje ya no es tanto desembolso porque has ido pagando poco a poco. Así pues, tras los billetes de avión y el seguro, lo siguiente fue el alojamiento. Aquí fue donde ya habíamos cerrado sí o sí el itinerario.

A Japón se puede ir por libre y a la aventura. Hay una amplia oferta hotelera de todo tipo. Puedes buscar un hotel cápsula a última hora, o incluso un hotel del amor, que tienen baño incluido en la habitación y todo. Pero es recomendable llevar el hotel buscado previamente por aquello de la barrera idiomática, los letreros luminosos, los carteles, el orientarse en la propia ciudad… al final, te pueden hacer perder tiempo que podrías emplear en otra cosa. Además, hay un problema añadido, y es que los japoneses son muy muy previsores, con lo cual, cuando se van de vacaciones, lo dejan todo bien atado. Supongo que tienen tan pocas a lo largo del año, que cuando saben qué semana van a disfrutar, enseguida se lanzan a reservar. Y son taaaaaaaaantos, que o te mueves rápido, o te quedas a la aventura. Y más si tu viaje coincide con algún festival o fecha clave (como la floración del cerezo en nuestro caso).

Además de los dos tipos de alojamiento indicados, los cápsula y los del amor, también podemos elegir entre albergues, hostales, hoteles tipo occidental o un ryokan al más puro estilo nipón con su tatami y sus futones. Es algo que depende de tantos factores… Nosotros comparamos proximidad con puntos de interés o transporte, servicios que ofrecían (si tenían baño o no en la habitación, si servían desayunos, wifi…), recomendaciones de viajeros, disponibilidad y precio. Hay veces que prima la proximidad a la estación, y otras el precio. Unas el que fuera típicamente oriental, y otras que tuviera encanto. Es algo muy personal. De nuevo, lo que funciona para uno, no funciona para otro. En cada etapa ya os iré comentando cuál elegimos y qué nos pareció.

El siguiente paso fue comprar el JR Pass. Es una especie de Interrail, para entendernos. Es un pase con el que puedes viajar ilimitadamente por todo Japón en las líneas JR (antes eran varias compañías que se agruparon). Están incluidos algunos express, trenes locales, buses (de la misma empresa) y el ferry a Miyajima (imprescindible). Se puede elegir entre tres opciones: 7, 14 ó 21 días, siempre en días consecutivos. Y puedes elegir 2ª o 1ª clase. Tal y como pasa con el interrail, no vale para nacionales, y sólo lo puedes comprar fuera de Japón, así que es algo que hay que hacer antes de embarcar. Ojo, tampoco hay que hacerlo con mucha antelación, puesto que desde se compra, hasta su utilización, no pueden pasar más de 3 meses.

El precio podéis consultarlo en su web. Saldrá más o menos rentable según los días que vayas a estar y lo que te vayas a mover. A nosotros nos fue muy útil por la cantidad de días, por todos los desplazamientos que hicimos y por cómo los hicimos. A veces se puede ir del punto A al B en un tren más barato, pero claro, tardas más que con un tren bala, así que hay que ver qué nos conviene, porque el tiempo también es importante, sobre todo cuando a las 5 de la tarde te han cerrado los templos y se te hace de noche. Es primordial ahorrar en desplazamientos, y algo menos de 350€ (336€ a nosotros, pero depende del cambio Yen-Euro) por 14 días, no está nada mal teniendo en cuenta el tipo de trenes y su puntualidad. Además, puedes reservar asiento sin pagar suplemento, sólo hay que acudir a una oficina de la compañía, enseñar el pase, el pasaporte, llevarles anotado el tren que queremos coger, y ahí ya elegimos. Parece una tontería, pero es que hay mucho japonés en Japón… y se mueven mucho. Así que si no quieres hacer un trayecto largo de pie, mejor hacer la reserva. Hay vagones con asientos reservados y otro con no-reservados, siempre puedes elegir la última opción y echarlo a suerte. Pero si sabes con tiempo el itinerario, mejor asegurar. Puedes aprovechar para dormir, leer, comer…

El pase se compra en España en empresas autorizadas, que te lo mandan a casa a la brevedad, pero esto no es el billete, sino que una vez en Japón hay que cambiarlo, pero esto os lo explico otro día detalladamente.

Y ya prácticamente tendríamos todo: Vuelos, seguro, alojamiento y JR Pass. Nos faltarían un par de detalles: aparatos electrónicos y cambio de divisa.

Es mejor llevar dinero en efectivo pues no en todos sitios aceptan tarjeta, como en puestos callejeros o templos, y menos si es extranjera, que da error de lectura. Está bien llevar una tarjeta por si acaso, pero mejor en efectivo. Por lo que había leído, es mejor el cambio en Japón en cualquier casa de cambio que hacerlo aquí en un banco. El problema fue que el Euro empezó a bajar allá por enero por las elecciones griegas y el comunicado del BCE de la nueva impresión de Euros. Así que, para no encontrarnos con que en marzo hubiera bajado más, decidimos cambiarlo aquí en España. Al final nos salió 1€=121Y, ya con el cambio, comisión aplicada del banco y demás.

Yenes

En cuanto al tema de aparatos electrónicos, nuestros enchufes allí no sirven. Pero ojo, no es sólo tema de clavijas, que son dos y planas, es que allí la corriente es de 100V en frecuencias de 50 ó 60 Hz, así que a veces necesitaremos transformador. Ojo con los cargadores, a ver si os vais a cargar los dispositivos. Nosotros nos llevamos un adaptador universal con USB incorporado que es muy práctico.

Falta preparar maleta y contar los días. Si vais a estar una estancia larga, no vayáis cargados como mulas, pues muchos hoteles disponen de lavadoras y secadoras, así que te hacen el apaño. Eso sí, a veces las instrucciones de uso vienen en japonés solo y necesitas adivinar o pedir ayuda. Yo, además, acostumbro para llevarme ropa que ya tiene alguna tara (como pelotillas, alguna mancha de lejía, se ha dado de sí, tiene marcas del desodorante…) y que en la última puesta antes de tirarla sin más, me decido a darle una oportunidad más. Así que va de ida, pero no de vuelta. Y así gano sitio para recuerdos. Y me ahorro tiempo de hacer y deshacer maleta de vuelta, lavadora y demás… Que es lo peor sin duda de los viajes. No toda la ropa que me llevo es así, pero sí algún vaquero, algunas zapatillas, 3 ó 4 camisetas…

Os dejo con unos imprescindibles para saber por dónde empezar y organizarse (aparte de la ya mencionada Ita Matrix):

  • Japan Guide : La guía más completa sobre Japón, en inglés, sin ninguna duda. Podéis encontrar información sobre ciudades, transportes y horarios.
  • Japan National Tourism Organization: Está en Español y tienes información cultural sobre cómo organizarte antes de ir, desglose de las ciudades recomendadas, así como noticias el estado de las obras de monumentos, como por ejemplo el Castillo de Himeji.
  • Hyperdia : Igual de imprescindible que el bahn.de para hacer el interrail. Puedes planificar de antemano los trayectos en tren y lograr una mejor ruta para ver el máximo posible. No sólo te da las conexiones, horarios, paradas, sino que además te da el precio, por lo que puedes calcular si te sale rentable o no el JR Pass o alguno local.
  • XE.com : Conviene revisarla semanalmente para ver la evolución del cambio de divisa y valorar si la tendencia está a la alza, a la baja. O simplemente para saber cómo está el cambio.