Serie Terminada: Fortitude

En los últimos años se han puesto de moda las series nórdicas en las que un suceso dramático en un pueblo pequeño y aislado en un entorno frío desencadena una reacción en cadena que pone toda la comunidad patas arriba. Este tipo de ficciones han tenido tanto éxito que americanos y británicos han comenzado a replicarlas. Y no tengo nada que objetar, porque sin duda es uno de los géneros que más me gustan.

Uno de estos casos es Fortitude, producción anglo-americana que se desarrolla supuestamente en una remota localidad minera del archipiélago noruego de Svalbard en pleno Circulo Polar Ártico (en realidad el pueblecito donde está rodado es Reyðarfjörður, al este de Islandia).

El hecho que trastoca por completo el complejo equilibrio de Fortitude es un brutal asesinato. La investigación obliga a traer a un inspector de Scotland Yard para colaborar con la policía local (que no tiene experiencia al respecto porque allí nunca pasa nada), lo que sirve de catalizador y rompe la (en teoría) perfecta convivencia entre los habitantes del lugar. Este policía británico aporta la mirada del forastero y sirve al espectador de guía.

Aunque el piloto es excesivamente lento y muestra demasiadas historias paralelas y, a priori, inconexas, el planteamiento no era malo y a mí me dejó con ganas de más. Los siguientes episodios ponen de manifiesto que es una producción que se cuece a fuego lento, con una narración sosegada y que no dejan entrever la magnitud que alcanzará la investigación del caso.  La tensión va creciendo paulatinamente hasta llegar a la segunda mitad de la temporada donde Fortitude deja la estela del drama de investigación de corte nórdico clásico y se convierte en una cosa totalmente diferente. A la trama criminal se le unen elementos de ciencia ficción, de drama sentimental barato, de thriller psicológico y hasta de terror. Y aquí es donde yo me siento estafada. No es que la serie sea mala, sino que no era lo que yo esperaba. Y desde luego un género que no termina de engancharme.

Seguí viéndola porque no eran muchos capítulos (25 en total) y ya íbamos por la mitad, pero medida que avanza va perdiendo el norte incurriendo en giros muy forzados, con tramas secundarias que luego resultaron ser superfluas y acabaron inconclusas y con cambio de género cada pocas escenas sin una transición ni sentido. Me dio la sensación de que quería ser muchas cosas. Y no solo en géneros, sino en estética. Como si quisiera ser nórdica, británica y norteamericana a la vez. Y sí, tiene puntos que te mantienen en tensión pegada a la pantalla, pero cuando es aburrida es capaz de hacer hibernar a un oso polar.

El reparto actoral multinacional es atractivo con caras muy conocidas como Stanley Tucci (Spotlight), Richard Dormer, Sienna Guillory (Lucky Man), Dennis Quaid, Michelle Fairley (Juego de Tronos), Björn Hlynur Haraldsson (The Witcher), Sofie Gråbøl (The Killing) o la española Verónica Echegui; sin embargo, no termina de cuajar en global. En algunos casos es porque los personajes y sus tramas dan pereza. En otros porque a los actores se les podría pedir algo más de vida, pues parece que el clima les ha dejado con horchata en las venas.

El poso que deja a su cierre es de inevitable decepción. Y no solo porque se aleje del thriller clásico y acabe convirtiéndose en una serie totalmente surrealista, bizarra y hasta gore con un tono más próximo al survival zombie que al nordic noir; sino porque aunque en la primera temporada arranca dispersa y luego entendemos cómo confluyen todas las subtramas, la segunda adolece de una estructura argumental algo desordenada. La tercera resulta totalmente surrealista y las tramas de los personajes se entrelazan de forma brusca, precipitada (tan solo cuenta con cuatro episodios) y sin dar respuesta a las incógnitas presentadas o una conclusión satisfactoria (no sé si tenían pensada la renovación).

Lo que no se puede negar es que Fortitude consigue sacar partido a su remota, helada y aislada localización en medio de glaciares donde se percibe una atmósfera de pueblo-burbuja. Sin duda su principal baza es el espectacular escenario donde se desarrolla y que juega un papel clave en la narración y desarrollo de la trama. No obstante, no es suficiente.