Nueva serie «para ver»: El agente nocturno

Shawn Ryan, productor y escritor conocido por series como The Shield: Al margen de la ley o Timeless, se enganchó durante los meses de cuarentena en 2020 a los libros del escritor Matthew Quirk. Tres años más tarde, El agente nocturno, una serie basada en una novela homónima del autor estadounidense, se convierte en la más vista de Netflix de todo el año y la segunda en el mundo del streaming tan solo detrás de la temporada final de Ted Lasso. El éxito fue tal que pronto se anunció la renovación por una segunda entrega.

Encuadrada en un género que bebe de los relatos de espías de la posguerra y similar al estilo de Jack Ryan, Reacher o la Saga Bourne, este thriller policiaco tiene un arranque que invetablemente recuerda al primer episodio de Bodyguard. Peter Sutherland (Gabriel Basso) es un agente del FBI que en un viaje en metro descubre que hay una bomba y rápidamente actúa salvando al resto de los pasajeros. Tras este acto heroico es trasladado a una oficina en un sótano en la Casa Blanca. Allí no tiene mucho que hacer, pues está a cargo de un teléfono de emergencias para agentes que nunca suena.

Paralelamente el capítulo nos presenta a Rose Larkin (Luciane Buchanan), quien se ha refugiado en la casa de sus tíos tras un fracaso profesional. Por la noche oye voces y sorprende a sus parientes manteniendo una enigmática conversación que se ve interrumpida con la llegada de un par de sicarios. Sus tíos la instan a escapar y con las instrucciones de llamar al número de Acción Nocturna para solicitar ayuda.

Y aquí es donde se unen los caminos de los dos protagonistas, pues será Peter quien coja ese teléfono y quien ayude a Rose a escapar. Juntos iniciarán la búsqueda por la verdad tras la muerte de los tíos de la joven y de su verdadera identidad, un periplo que les conducirá a una posible conspiración que alcanza las más altas esferas del gobierno de Estados Unidos.

Situada en la ciudad de Washington con epicentro en la Casa Blanca, El agente nocturno no tiene una premisa especialmente original ni un elenco plagado de actores de renombre, pero este piloto engancha a cualquier amante de los thrillers, la política, el drama y la acción con un enigma conspiranoico por resolver y buen ritmo. Yo estoy dentro.