The White Lotus Temporada 2

Con este ritmo de vida frenético una a veces tan solo quiere desconectar con una serie cortita, sin embargo esto es cada vez más complicado, pues lo que se promociona como Miniserie o Serie Limitada puede acabar con una segunda temporada si la crítica y audiencia han acompañado. Tal fue el caso de Big Little Lies, que ya va a por una tercera, o de True Detective que irá a por la quinta, de The Flight Attendant, de 9 Perfect Strangers, de Russian Doll, o del caso que vengo a hablar hoy: The White Lotus. El inesperado éxito de esta miniserie producida, dirigida y escrita por Mike White llevó a HBO a renovarla incluso antes de concluir su emisión. Y aunque la trama quedaba perfectamente cerrada, se tomó la premisa argumental, el formato y el tono y se desarrolló una nueva historia centrada en otros personajes, en otros conflictos y en otro complejo de la cadena que da nombre a la serie.

The White Lotus vuelve con una segunda temporada ambientada en un nuevo destino paradisíaco. Esta vez dejamos el Pacífico y nos trasladamos a Europa, en concreto a Taormina, en Sicilia. Allí, al igual que en la primera temporada, seguiremos las andanzas de un grupo de acaudalados turistas estadounidenses. Sin embargo, como también viéramos en la entrega anterior, los minutos iniciales se centran en el final de su estadía, cuando se descubre una misteriosa muerte (en este caso múltiple). A partir de ahí, retrocederemos a su llegada a la isla.

La temporada se divide en cuatro subtramas que se desarrollan de forma paralela. Por un lado están Cameron (Theo James) y Ethan (Will Sharpe), que fueron compañeros en la universidad y ahora hacen negocios juntos. Emprenden este viaje con sus parejas Daphne (Meghann Fahy) y Harper (Aubrey Plaza). Aunque ellos dos compartieron muchas cosas años atrás, ahora están en puntos diferentes. A lo largo de la estancia saldrán a la luz las tensiones y miedos sexuales de Ethan y Harper, quienes desprecian la superficialidad de Cameron y Daphne y parecen sentirse celosos de la relación asentada que tiene el matrimonio. Sin embargo, no todo es tan perfecto entre estos como quieren mostrar.

Por otro lado está la familia Di Grasso, de origen italiano, que buscan reconectar con sus orígenes. Son un tridente masculino conformado por Bert (el veterano F. Murray Abraham), un octogenario que aprovecha la mínima ocasión para insinuarse a mujeres de cualquier edad; Dominic (Michael Imperiolli), su hijo adicto al sexo; y el nieto, Abbie (Adam DiMarco), cuya forma de relacionarse hacia las féminas parece ser de igual a igual.

La tercera pata de la historia es Tanya McQuoid-Hunt (la magnífica Jennifer Coolidge), la única de todos los huéspedes que repite en The White Lotus. Tanya había viajado a Hawaii totalmente para esparcir en el mar las cenizas de su madre. En aquel viaje no estaba en su mejor momento psicológico, pues la pérdida despertó en ella un sentimiento de soledad y angustia. Sin embargo, la estancia sirvió como terapia sanadora y abandonó la isla siendo una persona más feliz y segura de sí misma. Esta vez llega a Taormina acompañada por su esposo Greg (Jon Gries) y su asistente Portia (Haley Lu Richardson).

La última subtrama es la historia de Valentina (Sabrina Impacciatore), la gerente del hotel, que tratará de apagar fuegos mientras deja de lado su porte estirada y controladora y se va soltando.

Además, está el dúo formado por por Mía (Beatrice Grannò) y Lucia (Simona Tabasco), dos jóvenes lugareñas que interactúan económica y sexualmente con varios de los visitantes y serán claves en los conflictos que vendrán.

Si la primera temporada tocaba temas como la lucha de clases, la injusticia social, el colonialismo, el elitismo de los más pudientes y el poder relacionado con el dinero; esta segunda aborda las dinámicas de género, las relaciones de pareja, la sexualidad y el poder asociado al sexo. Porque no hay que olvidar que The White Lotus en realidad no es una serie sobre personajes o sobre un resort, lo importante es el tema central que les atraviesa a todos y muestra las costuras del ser humano. A lo largo de los siete episodios se irán manifestando las necesidades, insatisfacciones, inseguridades, contradicciones y miserias de los personajes. La relación que cada uno de ellos tiene con la sexualidad les sitúa en un lugar de vulnerabilidad y exposición. Y como el deseo sexual es un tema terrenal y primitivo, qué mejor lugar que ubicar la acción en la mediterránea isla de Sicilia, donde la mitología, el erotismo y el arte juegan un papel importante. Y así lo muestra su cuidada cabecera:

Y es que algo que también se mantiene en esta segunda temporada es una ambiciosa propuesta estética y técnica. Al ser rodada ya sin restricciones por la COVID-19, tenemos escenas fuera del complejo y la propia Taormina se convierte en decorado. Además, The White Lotus nos muestra impresionantes paisajes grabados desde tierra, mar y aire que nos llevan inmediatamente a querer hacer las maletas y viajar a Sicilia.

Mike White muestra con esta segunda temporada que el éxito de la primera no fue fruto de la casualidad. Con un formato que permite cambiar de tema, de personajes y de ubicación, la serie podría continuar hasta el infinito explorando las luces y sombras del ser humano. Por el momento están trabajando en una tercera que se desarrollará en Tailandia y contará con Carrie Coon (Cazafantasmas: Imperio helado), Jason Isaacs (Harry Potter), Michelle Monaghan (True Detective), Parker Posey (Beau tiene miedo), Leslie Bibb (Iron Man), Walton Goggins (Django desencadenado) Patrick Schwarzenegger (The Staircase), Aimee Lou Wood (Sex Education) Morgana O’Reilly (Housebound) y los tailandeses Dom Hetrakul y Tayme Thapthimthong. Con previsión de que se estrene ya para principios de 2025, su creador comentó que sería una mirada satírica y divertida a la muerte y la religión y espiritualidad oriental. Habrá que ver si sigue manteniendo el nivel.

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