Serie Terminada: Shooter (El Tirador)

Me engancho enseguida a las ficciones de conspiraciones e intrigas, así que, no fue mucha sorpresa que Shooter (El Tirador) pasara a la lista de series para ver tan pronto vi el piloto. Desconocía la película del mismo nombre que versiona y la novela de Stephen Hunter Point of impact en la que se basa, por lo que no sabía por dónde iban a ir los tiros (nunca mejor dicho) a lo largo de los 10 capítulos que componen la primera temporada.

En aquel primer episodio se nos presentaba a Bob Lee Swagger, un experto francotirador que, tras abandonar el cuerpo de marines, vive apaciblemente en su rancho de Texas con su mujer y su hija pequeña hasta que un día recibe la visita de su antiguo jefe, ahora agente del servicio secreto, quien pide su ayuda para evitar el asesinato del presidente de los EEUU.

Sin embargo, Bob Lee pronto descubrirá que los cálculos que hizo para averiguar cuál sería el mejor lugar en el que se colocaría un francotirador para perpetrar el atentado no han servido para impedir un crimen, sino para todo lo contrario, ya que acaba convirtiéndose en el principal acusado del asesinato del presidente de Ucrania. Tendrá entonces que huir y luchar por demostrar su inocencia. Pero para ello antes tendrá que descubrir quién le ha tendido la trampa y porqué.

Mientras que todo el mundo le considera culpable, la única persona que parece dudar al respecto es la agente del FBI Nadine Memphis, quien, con su intuición y determinación, se convertirá en la aliada del exmarine.

Shooter no deja de ser un drama de conspiración de manual. Es verdad que no destaca especialmente en ningún aspecto (elenco, guion, escenografía, fotografía…), pero tampoco chirría. Parte de un buen planteamiento, de unos estereotipos que sabe que funcionan en este género (un héroe que cumple con el prototipo de héroe exmilitar que intenta adaptarse a su vida civil a pesar de sus traumas del pasado, una familia perfecta con la mujer dulce y comprensiva y una niñita que lo adora, el presidente de los EEUU como objeto de un atentado… ), cuenta con un guion correcto, una buena dosis de acción, un ritmo frenético, algo de tensión y los suficientes giros argumentales para mantener al espectador enganchado. El resultado son unos capítulos entretenidos que se pasan en un suspiro.

Es verdad que peca de patriotismo, pero nada que no pudiéramos de esperar de este tipo de producto y más siendo estadounidense.

La primera temporada es entretenida y parece bien construida, no es de extrañar ya que se basa en una película y esta a la vez en un libro. Es decir, tiene ya una trama y una línea estructurada con su planteamiento, desarrolo y conclusión. La segunda sin embargo es más floja. En primer lugar porque da la sensación de que el arco argumental en torno al que giran los ocho capítulos de los que consta es algo más improvisado con ese francotirador checheno que persigue a los miembros del escuadrón de Bob Lee por una venganza personal. Tampoco ayuda, claro, que Ryan Phillippe se rompiera el peroné con dos episodios aún por rodar, ya que la temporada terminó de forma inconclusa con un montaje un tanto precario del material que se había podido grabar.

No obstante, la tercera temporada, tras un inicio en el que cierra todos los cabos sueltos de la anterior, vuelve a los orígenes recuperando la trama inicial y a Bob Lee luchando contra una red de corruptos repartidos por varios organismos oficiales. Shooter se centra aquí en algo que funcionaba: el enfrentamiento entre David (Bob Lee, la agente Memphis y allegados) vs Goliath (los villanos todopoderosos).

Como digo, no es una serie que marque una era ni que sea innovadora, pero tiene una buena historia, acción, no se pierde en tramas secundarias ni incorpora mil personajes y, sobre todo, entretiene. A veces no hace falta nada más.

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