Escape Room: La Farmacia, Yaebi

Después de un par de meses de sequía (desde que hiciéramos El Asesino del Zodiaco), la semana pasada recuperamos la costumbre de organizar una quedada para hacer una sala de escape. En esta ocasión reservamos para La Farmacia, en Yaebi, que se encuentra en Vallecas. No conocíamos la empresa, pero sí que parecía tener buenas críticas. Además, la temática nos llamaba la atención.

Llegamos con tiempo de sobra y nos quedamos de charla en la puerta, ya que se nos había indicado expresamente que no llamáramos hasta que no estuviera todo el equipo reunido y fuera la hora de nuestra cita. Un par de minutos antes nos acercamos y vimos que teníamos que rellenar el documento de protección de datos, por lo que aquello prometía ser intenso desde el principio.

Nada más entrar al interior nos vemos trasladados al Londres de 1885, un momento en que la sociedad londinense está conmocionada por una oleada de crímenes. En los últimos meses han sido hallados por la ciudad restos de mujeres y Scotland Yard sospecha de Henry H. Holmes, un asesino huido desde Chicago. Sin embargo, ante las prisas por cerrar el caso y tranquilizar a la población, comete el error de detener a Sherlock Holmes. Y aquí es donde entramos nosotros. Maggie, una de las irregulares del famoso detective, nos pide ayuda para esclarecer los hechos, demostrar su inocencia y ayudar a detener al verdadero culpable. Parece que la clave está en una farmacia que abrió recientemente, ya que los asesinatos comenzaron a ocurrir al poco de su apertura, por lo que nos acompaña hasta el callejón y nos desea buena suerte.

Había nervios y tensión y en cuanto se puso en marcha el tiempo comenzamos a buscar pistas. La verdad es que no sabíamos muy bien dónde mirar y aunque fuimos encontrando detalles, no terminábamos de arrancar. Cuando parecía que habíamos encontrado una prueba por la que empezar a desenmarañar aquel lío, resultó que aún estábamos pasando cosas por alto. Después de varios intentos frustrados, nuestra Game Master nos echó una mano para que nos centráramos.

A partir de ahí el juego fue más rodado y nos metimos de lleno en la historia funcionando como equipo tal y como viene siendo habitual. Enseguida empezamos a encontrar pistas y objetos y nos pusimos en movimiento trabajando en subgrupos, ya que al no tratarse de una sala lineal permite estar paralelamente a varias cosas. Esta parte del juego se nos dio bastante bien y no tardamos mucho en dar con la mayoría de las soluciones. Me gustó que aunque había algún candado numérico, en general predominaban los mecanismos y puzles. No obstante, cuando ya casi teníamos hecha la sala nos volvimos a atrancar en una prueba que dependía mucho de la percepción de cada cual. Nuestra Game Master nos tuvo que echar una mano porque no terminábamos de resolver el enigma.

La recta final, aunque nos habíamos ido repartiendo las tareas y habíamos llevado buen ritmo, fue de infarto y con alguna sorpresilla. Eso sí, finalmente conseguimos demostrar la inocencia de Sherlock tras 68:40 minutos (hay que recalcar que esta sala es de 75).

La Farmacia es una muy buena sala de escape. No la pondría al nivel de La Entrevista, porque esa es incomparable, pero está muy cerca. La inmersión es total desde el minuto uno gracias a la introducción y se mantiene en todo momento gracias a la ambientación. Tanto los decorados (exteriores e interiores) como los muebles o los objetos guardan relación con la historia y sirven para resolver los enigmas. Nada desentona, ni siquiera el sistema de pistas o el control del tiempo, integrados dentro del juego. Además, la distribución de las salas está hecha de una forma natural y se puede tocar todo, por lo que pierdes totalmente la noción de que estás en un local haciendo una actividad.

Nosotros fuimos seis participantes y me parece un buen número. De hecho, creo que menos de cuatro conllevaría estar todo el rato corriendo de un lado para otro. Es una sala con espacio de sobra y con un buen número de pruebas por hacer. Es verdad que había una fórmula para resolver enigmas que se repetía dos o tres veces a lo largo del juego, pero en general había un poco de todo: mecanismos, candados, lógica, matemáticas… Así pues, por su variedad, estilo de pruebas y número de ellas, La Farmacia es un juego de escape de dificultad media-alta. Conviene haber jugado con anterioridad para coger un poco de dinámica más allá de las salas lineales y de candados. Para aquellos que deseen añadir un toque extra, existe además la opción de elegir una versión miedo.

Antes de despedirnos de nuestra Game Master estuvimos charlando un rato con ella y nos recomendó más salas, así que ahora nos toca elegir para el próximo encuentro que no se hará esperar tanto.